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1 de mayo de 2020

Este año nos encontramos con el Día Internacional de los Trabajadores en medio de una pandemia mundial. Mientras adoptamos medidas de distanciamiento físico para minimizar la propagación de COVID-19, estamos presenciando dos interrupciones relacionadas: la de la economía global y la de las suposiciones anteriores de qué tipo de trabajo se considera esencial.

Aún así, todos los días vemos informes sobre cómo los lugares de trabajo de quienes nos ayudan a sanar, alimentar y mantener sostenidos no están configurados para mantenerlas a ellas, a ellos y a sus propias familias a salvo de infecciones. Por lo tanto, nos enfrentamos con cálculos espirituales acerca de cómo las vidas de algunos continúan llegando a expensas de otros, y qué podemos hacer para desafiar estas injusticias sistémicas.

En los Estados Unidos, muchos trabajadores de primera línea en Amazon, FedEx, Walmart, Target, Whole Foods, Trader Joe’s, Instacart y más están abandonando el trabajo o organizando “salidas por enfermedad” hoy en día y están alentando a los clientes a boicotear esos negocios. Exigen que estas compañías hagan más para protegerlos del COVID-19.

Para las y los trabajadores agrícolas, este es un momento especialmente tenso; somos esenciales pero a la mayoría de nosotras y nosotros no se nos otorgan derechos esenciales. La mayoría de las y los trabajadores agrícolas en los Estados Unidos son migrantes indocumentados, por lo tanto, no todos somos elegibles para recibir ayuda del gobierno y no podemos hacer huelga sin arriesgarnos a la detención, deportación o a un destino mucho peor que contraer un virus potencialmente mortal, si nos detenemos a imaginar eso.

Cuando La Mesa Abundante se fundó en 2009 como una granja sin fines de lucro con la visión de practicar una administración cuidadosa de la tierra; cultivar alimentos libres de pesticidas para nuestra comunidad; y compartir las alegrías y los milagros de las plantas, los bichos y el suelo, valorando a las y los trabajadores agrícolas como esenciales y dignos fue uno de los pilares fundamentales de nuestro trabajo, pero a veces resultó ser el más difícil de vivir.

En nuestra granja, las conversaciones sobre raza, identidad, sexualidad y espiritualidad siempre han sido tan comunes como las preguntas sobre qué semillas plantar o cuánto nitrógeno hay en el suelo. De modo que se abrieron caminos para que las y los trabajadores agrícolas desafiaran las formas dominantes de hacer y algún día tomaran posiciones de liderazgo de manera digna.

Durante el último año, hemos estado avanzando en un proceso de reestructuración como lugar de trabajo que permite a todas las y los trabajadores de La Mesa Abundante tener una participación equitativa en las decisiones que afectan la forma en que nos relacionamos con la granja, nuestra comunidad, la Madre Tierra, y el uno al otro.

En este Día Internacional de los Trabajadores, compartimos felizmente la noticia de que nos hemos convertido oficialmente en un colectivo de trabajadoras y trabajadores sin fines de lucro—un lugar de trabajo democrático donde todas y todos proponemos ideas, deliberamos hacia el consenso y llevamos a cabo las decisiones que tomamos, siempre con una visión hacia el beneficio de nuestra visión colectiva en lugar de lo individual.

Y nuestros corazones están felices de compartir también la noticia de que, con el apoyo entusiasta de nuestra Junta Directiva, hemos nombrado a la trabajadora agrícola y guía espiritual de La Mesa Abundante desde hace mucho tiempo Reyna Ortega como nuestra Directora Ejecutiva Interina, que se guía por el principio de “mandar obedeciendo” a nuestra palabra colectiva.

En medio de un sistema agrícola dominante y una cultura económica que se caracteriza principalmente por la extracción, el consumo y la muerte, nosotras y nosotros como colectivo, la Junta Directiva y la comunidad más amplia de La Mesa Abundante continuamos nuestro compromiso de crear estructuras justas y equitativas en nuestro pequeño rincón del mundo para anular las condiciones de trabajo injustas en las que actualmente trabaja el 99.9% de las y los trabajadores agrícolas en los Estados Unidos.

Bajo la pandemia de COVID-19, estamos demostrando que es posible que los trabajadores agrícolas decidan bajo qué condiciones, salarios y beneficios se lleva a cabo el trabajo esencial de cultivar alimentos. Esperamos que nuestros esfuerzos para crear un lugar de trabajo digno puedan mostrar que otro mundo es posible, uno que respete y valore a las y los trabajadores agrícolas como tomadores de decisiones junto con la tremenda fuerza física, la conexión espiritual y la alfabetización de la tierra que requiere este trabajo esencial.


Colectivo de la Granja La Mesa Abundante
Camarillo, California
1 de mayo de 2020